No sé si fue por educación, por interés intelectual o porque me calentaban sus enormes tetas y su gigantesco culo que difícilmente cabían en el ajustado vestido primaveral que llevaba puesto, que la invité a que me acompañara. Tal vez ella se invitó sola. No lo recuerdo.
Leer más-
Síguenos
-
Contribuir
Si deseas contribuir con tu material a la revista, lo puedes hacer aquí, o envía un correo a [email protected] con tus textos y una breve biografía.
-
Colaboradores
-
Newsletter