
En esta intriga los amantes se juegan el todo ignorando el final de la historia; el amor, la pasión y el halo intangible, se mezclan irremediablemente. Por ello, Los amantes muertos es la apoplejía de los sentidos; es la embriaguez, la lujuria, lo cual justifica el resto de los actos, sin que medie en este espacio temporal una estricta mirada o un verdugo silencioso.
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